En mi presentación de Oscuro como mi corazón en un instituto de Ciudad de México, casi todos los chicos y chicas querían ser youtubers. No me llamó la atención, en España ocurre casi lo mismo. Cualquiera querría ganar dinero con tanta facilidad.
Uno de los platos que hay que comer a diario es el del esfuerzo. Solo así, solo si saboreas el dulce sabor de la satisfacción, solo si ves en ella la verdadera recompensa a todo el trabajo que has hecho, podrás poner las cosas en su sitio y darte cuenta de qué es real y qué no, qué merece la pena y qué no.
Nada que no suponga un esfuerzo te hará mejor.