Mis emociones me tienden puentes hacia el mundo de los demás y hacia el mío. Me doy cuenta de que estoy en manos de la química que desencadenan mis hormonas, de que soy pura emoción. No ha sido fácil llegar hasta aquí, me he pasado toda la vida preguntándome por qué siento así y por qué siento tanto. Ahora que tengo varias respuestas descubro que me da igual la razón. Y me da igual porque me acepto como soy: días adentrándome en el agujero negro de mi alma, días saltando de alegría entre la gente. Introvertida alejada del mundo, extrovertida buscando a los demás.
Creo que esto es lo que cuenta: aquí y ahora estoy así, lo acepto y lo quiero así. Aprovecho todo lo que me da estar así. Como si mis emociones fueran deliciosas frutas de temporada.
Así que días como hoy escribiré sobre las emociones, porque si algo he vivido, madre mía, lo he vivido siempre con intensidad. Espero que lo que os cuente os sirva tanto como a mí contarlo 🙂